Una tarde de otoño nuestras vidas se cruzaron
Ahí estabas, frente a mí
Cabello negro como la noche
Tenías la mirada fija en el suelo
Yo me acerque, agresiva, enojada
Tú me miraste, y mi mente quedo en blanco
Era incapaz de tratarte con desprecio
Te merecías el mayor de los respetos
Sentía que te conocía de antes
De otras vidas, de otras realidades
Incapaz de levantarte la voz
Te hable con suavidad
Nuestras miradas se encontraron
Esos ojos verdes, tristes, inseguros
Escondían algo…algo que me fascino
Me miraste y sentí tu suave voz
Pero tus palabras eran firmes
Al igual que las mías
Llegamos a un acuerdo…
Sonreímos…
Me pusiste en mis manos
Tus dos tesoros más preciados
Frágiles, tiernos y muy poco comunes
Así las recuerdo
Elvira y Helena se llamaban
En ese momento supimos que de todo esto
Surgiría algo bueno
Con el tiempo nos cruzamos
No muchas veces, pero si las necesarias
Para crear esta amistad
Distantes ya de ese día
Hoy continuamos con esa amistad
Felices de ese encuentro
Un poco extraño, un poco loco
Tu voz sigue firme pero suave
Ya no te escondes en tu timidez
Y tus ojos siempre van a tener
Ese brillo especial que me fascino
que lindo niñaaa!!!!
ResponderEliminargracias!
ResponderEliminarMuchas gracias Eli :) jaja, quelocura como nos conocimos...eras re malandra en esa época y yo una freky de porquería...juajua
ResponderEliminarjajajajaj...seguis siendolo, jajaja :P
ResponderEliminar